Empecé mi columna de hace 15 días afirmando categóricamente que soñaba con una región y un país en donde quepan muchas regiones y muchos países. Y hoy la repito porque sigo pensando, viendo y sintiendo que este país -y en general, América Latina- padece de marginaciones, inequidades y dolores que le desgarran el alma y el cuerpo. Hay, en un alto grado, un sufrimiento (a veces inimaginable) cobijado por el reino de la injusticia, a tal punto que, creo, un sujeto medianamente razonable no se atrevería a poner en duda.
viernes, 18 de marzo de 2011
La justicia, una asignatura pendiente
Empecé mi columna de hace 15 días afirmando categóricamente que soñaba con una región y un país en donde quepan muchas regiones y muchos países. Y hoy la repito porque sigo pensando, viendo y sintiendo que este país -y en general, América Latina- padece de marginaciones, inequidades y dolores que le desgarran el alma y el cuerpo. Hay, en un alto grado, un sufrimiento (a veces inimaginable) cobijado por el reino de la injusticia, a tal punto que, creo, un sujeto medianamente razonable no se atrevería a poner en duda.
viernes, 4 de marzo de 2011
Nosotros, señores y señoras de la academia, tan...
Me sueño con una región y un país en donde quepan muchas regiones y muchos países. Lo he dicho muchas veces: quisiera construir un gran relato en el que nos identifiquemos todos y todas. Y anhelo una región y un país en donde los ciudadanos comprendamos que así como nos gusta ver la alegría de los demás, las injusticias y las exclusiones también deberíamos sentirlas como propias.
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