Creo no equivocarme si afirmo que una de las mayores tragedias de este país es que la mayor parte de los damnificados es la misma que sufre los crueles problemas de las violencias, producto del conflicto armado colombiano. Y todos ellos han sentido en carne propia cómo sus derechos han sido vulnerados una y otra vez; derechos como el tener un trabajo propio y digno que les permitan gozar de unos mínimos ingresos para su sustento diario, el gozo de los bienes patrimoniales, el acceso a la educación y a la salud, el disfrutar de un territorio en dónde ver arraigadas sus esperanzas y la vida misma…
viernes, 21 de enero de 2011
La bestia de la indiferencia
Creo no equivocarme si afirmo que una de las mayores tragedias de este país es que la mayor parte de los damnificados es la misma que sufre los crueles problemas de las violencias, producto del conflicto armado colombiano. Y todos ellos han sentido en carne propia cómo sus derechos han sido vulnerados una y otra vez; derechos como el tener un trabajo propio y digno que les permitan gozar de unos mínimos ingresos para su sustento diario, el gozo de los bienes patrimoniales, el acceso a la educación y a la salud, el disfrutar de un territorio en dónde ver arraigadas sus esperanzas y la vida misma…
lunes, 10 de enero de 2011
Quizás nos convenga pensar
Digamos que le damos crédito al mito de que en efecto existió un enorme barco llamado el Arca de Noé. "Y Dios dijo a Noé: Házte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta a su lado; y le harás piso abajo, segundo y tercero." (Génesis 6:14-16).
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